Es la pregunta que todo ciudadano requiere saber. ¿QUE PASA CON LA JUSTICIA DE LOS HOMBRES? QUE PASA CON EL PODER JUDICIAL? QUE PASA CON EL PODER LEGISLATIVO? ¿QUE PASA CON LOS HOMBRES QUE DEBEN DE APLICAR LA LEY? En manos de quienes estamos? todas éstas interrogantes se quedan en el aire??????. Si yo fuera presidente de la república, gobernador, senador, diputado, alcalde, me daría vergüenza encarar a mi pueblo, por la confianza que un día me brindo con su valiosísimo voto, habiéndolo yo defraudado llevando más la carga sobre sus espaldas. Me daría mucha vergüenza entrar a la iglesia, arrodillarme a sabiendas que defraudo ó he defraudado al erario público, que le he robado a mi pueblo. No podría sentarme a disfrutar los alimentos con mi familia, conociendo que allá afuera se retuercen de hambre y desamparada por mí causa. Considerarme un político de altura, que me abran la puerta de mi carro que sale del bolsillo de mi pueblo y que no defienda sus derechos y oportunidades por igual, también me daría vergüenza. Vestir trajes finísimos, reloj de marca y pulseras de brillantes que vienen del dinero de los ciudadanos, brindándome la confianza de cuidar los patrimonios del estado y devolvérselos en obras relevantes y no migajas.
No podría lanzar discursos que mas salen de la boca de la avaricia, la codicia y la ambición de poder y dinero, para engañar a todos aquellos que con surcos en la frente de tanto trabajo, todavía creen en mí. Acostarme por las noches y descansar como niño, a sabiendas que durante el día solo hice tareas para pensar en cómo robar más. Me daría vergüenza pagar a los medios de comunicación las alabanzas, la adulación excesiva a mi persona como emperador para ser venerado por el pueblo.
Hoy vemos a muchos políticos convertidos en empresarios exitosos, con un patrimonio inmensos que se forjaron con sudor y sacrificio del pobre pueblo. También tenemos aquellos políticos que andan con el rosario en la mano, se paran detrás de un pulpito predicando en nombre de dios, persignándose y por medio de las redes sociales, escribiendo alabanzas a dios como ángeles sin culpa. Todo eso me daría vergüenza si hubiese sido presidente ladrón
Me daría vergüenza, denominarme revolucionario, para hacerle creer a mis seguidores que si valió la pena, la sangre derramada por aquellos hombres comprometidos por las causas de toda una nación. Me daría vergüenza el haber planificado ó planificar una farsa de solidaridad desde una trinchera llamada periodismo, para después saquear las arcas de mi país.
Me daría vergüenza, abrazar a mi madre, a mi padre a mis hijos, o nietos, cuando detrás de mi existe la traición contra mis hermanos llamados ciudadanos mexicanos. El sentarme gustosamente e hipócritamente hoy, con todos aquellos a los cuales un día ataque y señale de quitarle el país sus logros, metas y desarrollo. El querer callar a mi conciencia por un puñado de millones de pesos que me convierta en todo menos en prójimo. Ser quien calla al ver tanta injusticia y guardármelas en lo secreto, porque prevalecen mas mis intereses propios.
Considerarme profesional, académico ó intelectual cuando mi título un día se lo compre al diablo, el señor dinero. Rodearme de docenas de personas que me admiran porque mi puesto impone respeto y reverencia, porque en sus miradas impregnan mis espalda de despreció e indignación por ser ladrón. Pero me sentiría mas asqueado a la hora de mi muerte, al saber todo el daño que cause a tanta gente que queda en la penumbra de un silencio fúnebre. Yo sigo a DIOGENES, aquel filósofo griego, que caminaba por las calles de Atenas con una lámpara encendida en la mano diciendo. Ando en busca del hombre honesto y solo me encuentro en el camino con escombro.
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Por: luis felipe vado vasconcelos
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